"No dudes jamás de la capacidad de tan solo un grupo de ciudadanos conscientes y comprometidos para cambiar el mundo. De hecho, siempre ha sido así". Margaret Mead

miércoles, 22 de agosto de 2012

LA HORA DE LOS VALIENTES


Querid@s amig@s,

Se acaba el mes de agosto y con él las vacaciones, las físicas y estas mentales que nos ha regalado el telediario, venga a hablar de fiestas patronales y de la caló, y pasando rapidito por la crisis económica y de Siria y del mundo mundial.

Las redes sociales se llenan de fotos de los últimos días de playa, y de mensajes de primeros días de trabajo. Seguramente también en breve llegarán los nuevos y buenos propósitos para el curso que comienza, y aquí llego yo con una propuesta: CAMBIAR LA FORMA DE CONSUMIR PARA CAMBIAR EL MUNDO, que es algo sencillito y que no requiere ni carnet de gimnasio, ni coleccionar fascículos.

A estas alturas ya todos tenemos claro que votar sirve para elegir con muy poco margen al inepto que nos va a perpetuar dentro de un sistema económico que se dedica a castigar al más débil dificultándole el acceso a lo fundamental: el alimento, la casa, el trabajo, la sanidad y la educación. Aliados y amigos de los bancos, no sufren recortando los derechos, dejándonos en la indigencia y obligándonos a costear sus excesos. No podemos más.

El mundo se mueve solo por dinero, y es un negocio muy rentable, porque se nutre del nuestro: estar vivo cuesta dinero, es así, y pagamos continuamente por ello. Muy bien, pues ¿qué os parece si decidimos a quien y qué financiamos estando vivos?. Nuestro dinero (aunque sea poco) se guarda en bancos, y esto es lo que les permite vivir, ¿queremos seguir manteniendo al monstruo que nos arruina y luego echa a la calle quedándose nuestras casas y nuestras deudas?, quizá no podemos negarles todo, que las hipotecas nos las han dado ellos, pero hay opciones de banca ética (Fiare, Triodos Bank...).

El IPOD no es solo un reproductor de música de Apple que se estropea con mucha frecuencia y que fue denunciado por obsolescencia programada. es también el Índice de Precios Origen Destino. Este índice se elabora con los datos que recogen el sindicato agrario COAG y las organizaciones de consumidores UCE y CEACCU. Los primeros ofrecen los precios a los que los intermediarios han pagado una serie de productos considerados básicos, los segundos ofrecen los precios a los que los intermediarios los han vendido a los consumidores. Esa diferencia es el IPOD. Cada mes el IPOD está disponible para que quien quiera consultarlo pueda peinar sus pelos como escarpias comprobando los márgenes que se llevan los intermediarios. El dato: en el mes de julio, el plátano se pagó al productor a 0,10€/Kg y los consumidores lo compraron a 1,65€/Kg. Se incrementó en un porcentaje del 1550%. Esto en un kg, que es lo que consume una familia, parece una ridiculez, pero si tenemos en cuenta que en España en el 2005 se produjeron 349.000 toneladas, ya no resulta tan ridículo ¿verdad? A mi el cálculo me da que casi 541 millones se fueron al bolsillo de los intermediarios. Esta salvajada es posible porque las multinacionales de la alimentación deciden qué precio de risa van a pagar sin cubrir los costes de producción siquiera, y el productor no tiene otra que venderlo en esas condiciones o dejarlo pudrir, porque ya no existe otro mercado. Y las multinacionales pueden hacerlo porque detrás estamos nosotr@s, los consumidores pagando esos precios, y más baratos si fuera posible, por ejemplo, comprando banana latinoamericana. Tenemos responsabilidad muy seria en el monopolio de las corporaciones alimentarias, en la ruina de los productores y en la extinción de ellos.

Existen opciones. En la red, y en las ciudades existen muchísimas organizaciones y establecimientos a quienes se pueden adquirir productos de Comercio Justo, se puede adquirir directamente a los productores, que nos esforzamos muchísimo por acercaros los frutos de nuestro trabajo para que podáis recibirlos directamente en casa. Sin engordar intermediarios y pagando lo que valen.

En este mes el SAT se ha descolgado con una acción de desobediencia, ha entrado en supermercados ha llenado carros con productos de consumo básicos sin pagarlos. Sus destinatarios: el Banco de Alimentos que da de comer a quienes no pueden pagarlo. A lo Robin Hood. La medida es una gota de agua en el mar, aunque muy sonora mediaticamente y muy poderosa si sirve para que reflexionemos. Se están dando muchas vueltas a la legalidad o no de esta medida (vivimos en un país en el que todos los gobiernos sin excepción se han encargado de ir modificando las leyes para convertir en legal lo ilegal e inmoral de sus manejos, y ahora en ilegal el derecho, a la sanidad universal, por ejemplo). Bueno, pues es cierto, esta acción es ilegal, pero tan legítima moralmente, con tanto como nos han quitado los supermercados... Otro día podemos hablar de cómo, donde y con la mano de obra de quien se producen las carísimas deportivas de Christiano o de Messi.

Tengo un amigo muy sabio que dice que todos descendemos de cobardes, porque a los valientes los mataron en la Guerra Civil o murieron en el exilio. Añado yo que hubo otros que quedaron vivos simplemente por fascistas y a quienes les fue muy bien en y tras la guerra. Bueno, pues si se nos ha quedado impreso en los genes la cobardía o el fascismo, va siendo hora de sacudírnoslos.

Asumimos las leyes que respaldan las ilegalidades y las inmoralidades y cuestionamos las acciones legítimas sin cuestionarnos la opción de la desobediencia. Hay que ser muy valiente para arriesgar patrimonio y libertad en acciones simbólicas y justas como llevan años haciendo cada uno de los militantes con nombre, apellidos y circunstancias personales similares a las nuestras del Sindicato Andaluz de Trabajadores. Ysaben bien lo que hacen, porque llevan más años que nadie peleandoy sufriendo esto que ahora nos toca a todos (vale la pena dedicar un par de minutos a leer este artículo).

En fin, quizá nuestra valentía no llegue a tanto, y no nos veamos “expropiando” carritos de la compra en Carrefoures, Mercadonas, Corte Ingleses, Zaras, Adidas... pero ¿y si dejáramos de mantenerles? ¿poco a poco los vamos reemplazando? ¿o no sabemos ya vivir sin ellos?.

Y una última cuestión que me ha dado por pensar ultimamente. Todos somos víctimas (y hay más responsables de los que pensamos) de esta crisis, y no, no es una cuestión generacional. No es justo que nuestros mayores pasen esta patata caliente a los más jóvenes porque sean ellos quienes más y más tiempo la van a padecer. ¿Soy yo la única que oye a las generaciones precedentes decir que ellos ya han luchado y ahora nos toca a nosotr@s? Podríamos cuestionarnos también el fruto de su lucha y de su deficiente transición que han traído estos lodos y sería tan necio como su postura. No, no es una cuestión de edades, ni de generaciones. Creo que nos toca a todos, y cada uno podemos ir haciendo más de lo que nos creemos (¡qué vivan los iaio flautas!).

Es la hora de los valientes, de salir del voceo de los foros de internet y de las fotos de las manifestaciones (que empieza a parecer una colección de si-les y no-les) a la calle y a la acción responsable, que no tiene por qué ser ilegal (ni necesariamente legal). Serán ellos quienes nos saquen de ésta, en su nombre y en le de todos aquellos que encontraron argumentos y razones para no hacer nada.

Un abrazo a tod@s,  

2 comentarios:

  1. Recordemos el artículo 128 de la constitución, el que dice que toda la riqueza del país está supeditada al bien común. También nos habla de derechos básicos como el trabajo, la vivienda o la educación. Sin embargo lo único que se está defendiendo es el modelo de economía especulativa de los bancos. Nos asustan diciéndonos que la sociedad no puede funcionar sin ellos cuando realmente son ellos los que no pueden existir sin parasitar a la sociedad.

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  2. Hola Camino a Gaia, creo que tienes muchísima razón. Ojalá seamos capaces de estar a la altura y recuperar la voz para redirigir el modelo. Un abrazo muy fuerte.

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